Hangzhou

Aquí estoy de nuevo. La verdad es que me estoy sorprendiendo a mi mismo de la frecuencia de mis actualizaciones, pero también tengo que decir que es muy fácil encontrar un momento para ponerme con el ordenador y actualizar. Es otra cosa de ir solo, que tienes más tiempo libre. No he comentado nada sobre viajar solo, pero como todo, tiene cosas buenas y malas. La más mala, por supuesto, es que en algunos momentos es más aburrido, pero la buena, es que vas a tu rollo, y si un día no quieres hacer nada, pues ya está, te quedas durmiendo. Además aprovechas mucho más el tiempo en las visitas, ya que no esperas por nadie. Otra cosa buena es que es más fácil socializarse en los hostel. Básicamente porque no te queda otra!

Pues nada, hoy me toca hablaros de Hangzhou. Voy a empezar por la llegada, que tras la actualización que hice el otro día, me han pasado bastantes cosas. Esa misma noche, en el hostel, que por cierto, está muy bien, aunque algo apartado, me fui a una de las salas comunes y me puse a tocar la guitarra. Y claro está, los dejé a todos deslumbrados. Chicos y chicas, la mejor manera de conocer gente en un hostel, ir con la guitarra y tocar un poco. Después de eso, nos fuimos un par de chinos, una brasileña, la única extranjera aparte de mi, y yo a una discotecaza aquí en Hangzhou. A ver, no soy mucho de discoteca, pero no había mucha gente, así que bien.

Ya por la mañana, tras haber dormido tres horitas, me fui de visita cultural. La ciudad es muy bonita. Lo que más me gustó es una pagoda que está al lado del lago y a la que puedes subir y ver desde allí toda la ciudad. Las vistas son impresionantes. Como no, a lo largo del día me saqué, y esta vez sin exagerar, unas quince fotos con chin@s que les apetecía tener una con un extranjero con pintas raras como yo. Como la ciudad es inmensa, me dediqué sólo a ver lo más gordo, como la pagoda, o el castillo ese extraño que veis justo a continuación.

Con estas dos visitas hechas, Lonely Planet en mano, me fui a dar otro par de vueltas por la ciudad y ver lo que me fuese encontrando por el camino, sin destino fijo, y la verdad es que algo siempre encuentras. Y si, encontré un banco en el lago, donde tras 5 horas sin parar de andar por la ciudad, pude descansar un poquito y sacar alguna foto.

Como soy persona de cosas extrañas, por la noche me tocó la cosas rara del día. Os cuento. Estaba yo, tranquilamente en el hostel, tocando la guitarra, cuando la recepcionista del hostel me dice que me llaman, un tal Mr. Zhu. Yo no tenía ni idea de quien era. Me pongo al teléfono, y resulta que era uno de mis fans del día anterior, que se iba a un Karaoke con los amigos, y quería que los acompañase, así que allá me fui con un chico de Indonesia que está en el hostel conmigo. Fue todo muy chino, aún diría más. Demasiado chino para mi, pero no hubo queja, se dio bien la noche. Os dejo con la foto de una de las canciones que canté, junto a Mr. Zhu, en la que dejé a todos con la boca abierta, y con esto me despido.

hoy me voy para Shanghai, donde creo que estaré 2 o 3 días, aún está por decidir. Tendré que ir a la Expo, no?
Saludos.
Agustín, un gallego en China.
2010.05.06