Y Un Gallego en China se vuelve a Beijing!

Si, todo empieza, pero también se acaba, y mi estancia en tierras españolas del verano 2010 ha llegado a su fin. Cuando llegué en Junio, pensé que tendría tiempo de sobra para hacer millones de cosas, pero claro, entre unas cosas y otras, el tiempo pasa, vas dejando las cosas para el día siguiente, y, aunque a veces te arrepientes de no haberlas hecho, no puedes volver atrás para remediarlo. El caso, es que aunque he hecho un montón de cosas, estos tres meses me han sabido a poco para todo lo que me hubiese gustado hacer.

Si, tres meses dan para mucho, y podría estar aquí contando durante horas, pero como sé que sois gente que no dispone de tiempo infinito, me voy a portar bien, y sólo hacer un breve resumen de las cosas grandes, y como el 99% de la gente que me lee ha estado en algún momento conmigo en alguna de estas cosas, espero que os recuerde a alguno de los momentos que pasamos juntos, y me sigáis leyendo, viendo que me acuerdo mucho de mi gente en España. Como sé que las dos primeras fotos que he puesto son preciosas (Caldas de Reis), y lo que escribo es no demasiado feo, sé vais a continuar leyendo.

Una de las cosas que más me ha marcado este verano han sido los Camiños de Santiago que he hecho, dónde he conocido a un montón de gente inolvidable, vivido muchas experiencias que no se pueden contar, que tienes que estar ahí para disfrutarlas, y sobre todo, machacarme los pies duramente para poder llegar a mi destino, Santiago de Compostela, y disfrutar de una ciudad entrañable y, ante todo, muy bonita. Antes de seguir escribiendo, os voy a dejar un par de fotos de los caminos que he hecho, y así os tomáis un respiro de leer.

Tras este pequeño respiro, continúo con  la crónica de este verano, comentando mis viajes por España. El primero, a Madrid, dónde me reencontré con mis amigos de la universidad, y, como no, en mi honor disfruté una fiesta de esas de las grandes en Casa de Agus, además de poder hacer cosas como ver la final de España en Colón, o simplemente, ir a tomar unas cañas. Después tocó ir a Barcelona, dónde ya visteis no hace mucho las fotos, y pudisteis comprobar si merecía o no la pena pasarse por esa zona.

Ya para terminar con esta crónica del verano 2010, y no os aburráis demasiado, os voy a comentar lo bien que me lo he pasado este verano con mis amig@s de Caldas de Reis, mi pueblo, el más bonito del mundo mundial. Ha sido algo increíble, porque parece que no, pero cuando pasas tanto tiempo fuera, echas mucho de menos a la gente de toda la vida, con la que pasas horas y horas, haciendo cosas sencillas como jugar al pro, o, tomarte un café en O Burato, o más profundas, como yéndote de fiesta hasta las 7 de la mañana o escuchar un concierto de un cantautor gallego muy bueno, un tal Agustín

Y con toda esta parrafada que os he dejado antes, lo único que quería era que os sinitiéseis mal si no me leéis el blog, porque aquí veis que me acuerdo de vosotr@s, por tanto, vosotr@s os tenéis que acordar de mi durante, por lo menos, los próximos 10 meses, después de eso, ya veremos, porque tendré que volver a ideármelas para que os volváis a sentir mal y me continuéis leyendo asiduamente , que significa, con bastante frecuencia. Con poco más que contar, sólo volver a agradecer a la gente lo bien que se ha portado conmigo este verano, y desearos lo mejor para este curso que entra, y que aunque yo esté por China, y otr@s en Caldas,Madrid, Vigo, Reino Unido, Finlandia o Santiago, que sepáis que yo me acordaré de vosotr@s. Me despido con esta foto tan molona de mi último día en Caldas antes de partir a tierras lejanas, cuando la morriña ya empezaba a hacer efecto, y para solucionarlo tenía que hacer un poco el tonto.

Sin otro particular, se despide hasta la próxima, Agustín. 

Un Gallego en China.