Tras el vistazo echado a Guilin el primer día, parecía que quedaban muchas cosas interesantes por visitar. La verdad es que no nos equivocamos, pues en el poco tiempo que estuvimos pudimos ver un montón de cosas, y muy bonitas además. Empezamos el día mas o menos como siempre, quedando a una hora para salir del hostel, y realmente saliendo sobre una hora más tarde, pero bueno, creo que cuando viaja más de una persona, son cosas que pasan.
Tras salir del hostel nos dirigimos hacia Guilin Reed Flute Cave, unas cuevas famosas de la ciudad. Como no, nos desplazamos como verdaderos chinos, y nos movimos en bus. Tras llegar y pagar la escandalosa cifra de 90 yuan, entramos en las cuevas. A ver, son muy bonitas, pero a mi no me acabaron de gustar, ya que son demasiado artificiales, está todo muy preparado para turistas, era como un plató de televisión con tanta luz, y es que además con la entrada pagas un tour, pero que sólo está en chino! Ya veis que divertido.
La parte más simpática de la visita fue la zona de las tortugas. Según las azafatas que estaban allí, tenían sobre 1000 años, lo que no entiendo es como lo sabrían, si cortándoles un dedo y mirando los anillos, porque...si, se veían muy grandes y todo eso, pero mil años, creo que se pasaron un poco, porque aunque nos hubiesen dicho 500 años, nosotros ya nos hubiésemos quedado sorprendidos, no hacía falta que se tirasen de la moto.
Cuando terminó la visita a las cuevas, fuimos hasta una montaña cercana, desde la que se veían unos paisajes muy bonitos, y que aunque hubiese un poco de niebla, eran impresionantes. Nos fuimos a comer, para terminar nuestra visita de Guilin viendo lo que se supone que es lo más famoso, el Guilin Elephant Trunk Hill. Tengo que decir que no me defraudó, y eso que tenía bastantes expectativas, pero está muy bien. Como veis en las fotos tiene como la forma de un elefante, pero es que además puedes subir a la montaña, y esa parte si que tiene unas vistas impresionantes.
Con la montaña vista, fuimos a un sitio dónde vendían licores típicos de China, o por lo menos típicos de la zona. Y tras ver cómo dentro de algunos licores tenían hasta fetos de perro, serpiente, cocodrilo y caballo, nos dimos cuenta de que no era demasiado agradable y nos fuimos.
Con esto, y tras hacer un poco el tonto por la zona, con fotos absurdas, comiendo un poco de pescado recién pescado en el río (supuestamente) y todas esas cosas, nos fuimos a cenar. No os lo vais a creer, pero comí lo típico de la zona, que es Hot Pot. Realmente hay dos tipos de carne para el Hot Pot en Guilin, así que hicimos un 50% de cada, y las carnes eran de caballo y perro. Si, perro! Anna no se atrevió, pero Jeff Carlos y yo si, y tengo que decir, que el perro no está mal.
Conocimos a unos alemanes en el hostel, un chico y una chica, y resultó que la madre del chico es española, así que hablaba un perfecto español. Con ellos nos fuimos a un KTV, ya que no nos apetecía ir de
discotecas y eso. Estuvo bien al principio, cuando cantamos, pero después nos tocó algo así como la Noche de Fiesta versión china, y estuvimos sin enterarnos de mucho, dejándonos invitar por un tío que parecía que tampoco había visto un occidental. Vamos, que la noche sin más. Nos fuimos para cama con idea de despertarnos a primera hora el día siguiente y coger el barco que va desde Guilin hasta Yangshuo.
Con esto termino las aventuras del día 6, aún me quedan otras poquitas, y espero que os estén gustando.
Un saludo, Agustín
2010.02.22
PD: aquí teneis el enlace de la Voz de Galicia. http://www.lavozdegalicia.com/galicia/2010/02/22/0003_8310560.htm
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