Chengdu, una bonita ciudad.

Por fin, tras mis últimas aventuras, un poco desafortunadas, entre lo de la cámara, las fuerzas del orden público de China, las ciudades que no merecen la pena ver, pues me tocó un poco de suerte. Esta vez, visité Chengdu, que es la capital de la provincia de Sichuan, la provincia de la comida picante. Es una ciudad grande, pero no la típica ciudad gigante china, fea, sucia, y todas esas cosas malas.

El día que llegué, como aún era temprano, me dediqué a ver un poco la ciudad, todos los templos que me encontré por el camino, y, en general, callejear un poco. Y la verdad, es que me quedé bastante encandilado con la ciudad. Además, he estado en una ciudad occidentalizada. En el hostel en el que dormí, sólo occidentales, así que una gozada. Como comprenderéis, el primer día, en la zona común del hostel, que es un jardín, estuvimos tomando algo y tal, una cosa llevó a la otra,  así que acabé en una discoteca a las tantas, así que, como no, me levanté a las mil, con algo de dolor de cabeza, y por tanto, tocó día de hostel. Pero bueno, como había un montón de gente, el día se llevó bien. Con una noche de preparación de dumplings estilo chino, así que aquí me veis en plena faena.

Que sepáis, que Chengdu, es la ciudad de los osos de China, los osos panda, y, como visita obligada, me fui a una especie de zoológico de pandas. Y aunque yo no soy mucho de eso de visitar zoos, tengo que decir que está genial, los pandas son muy simpáticos. Además, la visita es recomendable hacerla por la mañana, porque es cuando les dan de comer, y ves que se mueven, porque el resto del día están durmiendo. Si, una vida muy dura.

En la vuelta de ver a los pandas, un par de cosas raras me pasaron. La primera, la podéis ver en la foto a continuación, porque aunque la ciudad esté bastante bien, ésto hizo recordarme que estaba en China, y después, algo de lo que no voy a poner en foto, un accidente en la carretera, que la verdad es que no era nada agradable. Fue bastante flipante porque un motorista había sido arrollado por un camión, y estaba el pobre en el suelo, todo ensangrentado. Pese a lo mal que conducen en China, no había visto nada así en estos casi seis meses.

Y con esto termino mi aventura en Chengdu, y me voy a Xi'an. La entrada de Xi'an alomejor la hago ya desde Beijing, así que alomejor tardo un poco más en actualizar.
Un saludos, Agustín
2010.05.15
Un gallego en China