Para acceder a la Forbidden City por donde accedí yo, puerta Sur, tienes que hacer la visita obligada a la Plaza de Tiannamen. Yo, como no, no me lo podía perder y la hice, pero lo que realmente es digno de ver es la Ciudad Prohibida. De todas maneras, os explicaré también un poco lo que hay en Tiananmen. Justo al llegar, lo primero que te encuentras es una bandera china gigante, custodiada por dos soldados. Muy simpático, si, pero nada impresionante. Quitando eso, el resto de cosas merecen mucho la pena.
Aquí me tenéis junto e Monumento a los héroes del Pueblo. Es un obelisco, mandado construir por Mao Zedong, para en el que se puede leer, por mí no, claro, pero está escrito con letras de oro: Los héroes del pueblo son inmortales. Este monumento es un homenaje a los soldados muertos en las guerras que Chairman Mao produjo, con la consiguiente numerosa pérdida de soldados.
Tras ver esto me dirijí al Mausoleo de Mao Zedong. Si, habéis leido bien, fui a ver el cadáver de Mao. Fue simpático por un par de cosas. La primera, es que no hay carteles ni nada, tienes que saber por inspiración divina que no puedes llevar cámara de fotos, así que tuve problemas en la entrada. Pasados estos problemas, al entrar en el mausoleo, todo el mundo quitándose el gorro, por respeto supongo, al pasar por delante del cadáver que está, ojo al dato, tapado por la bandera comunista. No sé, me pareció...raro, aunque pensándolo bien, China sigue gobernada por un partido comunista.
Que sepais que Mao es venerado por un porcentaje muy alto de los chinos, ya que fue el unificador de todas las provincias, creando lo que hoy conocemos como China. Pese que su política no fue la más acertada en muchos casos, ya que se habla de 30 millones de muertes por inanición en el país, sigue siendo una figura importantísima.
Con el Mausoleo visitado, ya nos dirijimos en dirección a la Forbidden City, pues entre unas cosas y otras, desde las 9.00 que habíamos quedad en la universidad, ya eran casi las 11.00. Ésta ciudad está en el centro de Pekín, y se conoce por este nombre pues en tiempos de emperadores, sólo con una invitación directa del emperador era posible entrar. Esto es, tenías que pertenercer a la élite del país, ser una concubina, la mujer del emperador, un alto funcionario, etc. para tener acceso a este lugar. Ya veis como cambian las cosas, ahora por 40 yuan, unos 4€, ya está, no hay más problema que ese!
Como mis amigos son muy majetes, me cogieron una historia de esas que te va contando en cada zona de la ciudad historias y anéctotas. Dijeron que era también porque ellos había cosas que no sabrían explicarme bien, aunque yo creo que era para tenerme callado y que no les diese la vara. Para colmo, estaba en castellano! Se notaba que era un chino el que narraba, y a veces le pegaba grandes patadas al diccionario, pero en el fondo, se agradecía poder escuchar cosas en castellano.
Aquí teneis el Taihe Hall, que es la entrada elo que viene siendo el palacio exterior. si, como veis se lo montaban muy bien. Tenían el palacio exterior y el interior. Si hubiese tomado apuntes, os contaría cual es la diferencia entre el interior y el exterior, y muchas cosas de estas. No sé si se aprecia bien en la foto, pero este edificio tiene como tres gradas, cada una con un montón de candelabros gigantes, que según me han contado, algunas noches especiales los encienden y dan al lugar unas vistas preciosas.
Qué es esto, os preguntaréis. Pues es el tejado del Taihe Hall. Pensareis que ya me estoy volviendo totalmente loco tras pasar tres semanas aquí. Pues no, es para explicaros alguna de las pocas cosas con las que me quedé del aparatito. Resulta que en todos estos edificios, y antiguamente en todos los chinos, la calidad, tamaño, y todo eso, se medía con la cantidad de animales en los extremos de los tejados. Aquí podemos ver el más explendoroso de la Forbidden City. Qué cosas, eh!?
Ya para terminar, una foto en la que salgo yo con el Qianqing Palace a mis espaldas. Éste ya es uno de los edificios pertenecientes al Palacio interior. Que sepais que la Ciudad Prohibida fue lugar de residencia de los emperadores de las dintastías Qing y Ming. Os suena a chino, no?
Con esto ya me despido de esta entrada.
Espero que os esté gustando.
2009.12.19 Agustín
Ya pondrás más cosas de la Ciudad Prohibida eh! Tiene que haber muchas leyendas de gente que intentó entrar allí y salió escaldada...
ResponderEliminarFelices fiestas!!