Forbidden City (II)

Creo que estoy perdiendo la inspiración de las primeras entradas. Porque me está costando un montón escribir de la Forbidden City! De todas maneras, se debe en parte, a que no he tenido grandes historias en el día de la visita. La única, que es bastante graciosa, es que cuando estaba entrando, un chino se me acercó y me preguntó, muy amablemente, si se podía sacar una foto conmigo! Os lo podeis creer? Me sentí como Cristiano Ronaldo, o Brad Pitt. La gente que venía conmigo se partía. Aunque bieno, menos mal que no me pasó como a mi amigo Robert, que el una vez tuvo que sacarse fotos con todos los niños, de una clase. Uno por uno...

 

Bueno, tras la anécdota, continúo contando un poco la visita. De todas formas, no hay mucho más que contar. El sitio es muy impresionante, pero la parte de los palacios, es todo más de lo mismo. Me recordó a las Cuevas de Datong. Porque está muy bien, pero visto uno, visto todo. Detrás estos edificios está el Jardín Imperial. Ya veis que aquí encantan los nombres que imponen. El jardín éste está muy bien. Tiene un montón de cosas extrañas. Por ejemplo, aquí en la foto de la izquierda, estoy delante de unas piedras, de las que hay muchas por todo el recinto, que tienen unas formas raras, pero que son preciosas.

Seguro que estais pensando, un trozo de madera, no? Que me he vuelto un ecologista, o naturalista, o alguna de esas cosas raras. Pues no. Si ampliais la foto, pinchando en ella, se puede apreciar que en esta tabla está tallado un poema. Es un poema escrito por un emperador chino. Este emperador se llamaba QianLong. Que se lee parecido a mi nombre Cheng Long, ya que la Q se lee parecido a la CH.
Ya veis, se puede decir que mi nombre también es como el de un emperador. Este emperador es muy famoso. Su reinado fue el segundo más largo, con 60 años, después del de su abuelo, 61.
Su reinado no fue el más largo pues cuando su abuelo murió, dijo que si llegaba a 60 años en el reino abdicaría, para no reinar más que su propio abuelo, 61 años, y así fue.
Ya veis, que soy un entendido en la materia. La verdad es que no, pero en el aparato que tenía, se hablaba un montón de este emperador, QianLong,  de la emperatriz, de sus concubinas, etc.






Ya para ir terminando, os pongo la foto del Qinandian, o algo así como salón de la tranquilidad eterna. Ahora entenderéis lo del nombre. Éste era el sitio, dónde el emperador se venía a descansar, con sus concubinas, a fumar distintas especias, y todos los menesteres que quisiese para poder aislarse un poco de la dura vida de emperador.

Y ya la última foto, las chicas y el chico que me acompañaron. Las chicas son las compañeras de habitación de Sonjie, la chica que estudió en Madrid el año pasado y que está en mi laboratorio. La de oscuro y la de blanco ya las conocía, pues comemos y cenamos juntos a menudo, la otra la conocí el mismo día. El chico de oscuro también lo conocí en la excursión, es el novio de la de blanco. Os pondría nombres, pero es que sólo sé un par de ellos, y sólo decirlos, no sé como se escriben.
Se han portado genial conmigo, pero he decidido que a partir de ahora, las visitas a sitios de Beijing y alrededores las voy a hacer sólo, pues esta vez he estado algo cohibido de hacer cosas, pues estaban cansados y tenían frío, y como no querían que me quedase sólo, y yo tampoco quería que ellos estuvieran fastidiados por mi culpa, nos fuimos sin ver algunos sitios de la ciudad.
Así que a menos que sea un viaje largo, que buscaré algún/a compañer@ de viaje, los locales, solito!

Lo que se ve a nuestra espalda, es el muro de los nueve dragones. Hay tres como este en todo China, y el más antiguo está en Datong, que pena que en mi visita a Datong no lo viese...sino ya tendría una excusa para ir a visitar la tercera ciudad dónde hay un muro como este.

Con esto ya me despido.
Agustín 2009.12.21